jueves, 19 de junio de 2008

Las Constelaciones


Una constelación es una agrupación de estrellas cuya posición en el cielo nocturno es aparentemente tan cercana que las civilizaciones antiguas decidieron conectarlas mediante líneas imaginarias, trazando así figuras sobre la bóveda celeste. En el espacio tridimensional, en cambio, las estrellas de una constelación no están, necesariamente, físicamente asociadas; incluso pueden encontrarse a cientos de años luz unas de otras. Por otro lado, dichos grupos son completamente arbitrarios, ya que distintas culturas han reconocido constelaciones diferentes, incluso hasta haciendo uso de las mismas estrellas. Aun así, algunos conjuntos tienden a reaparecer, ya sea por su configuración tan peculiar —como es el caso de Scorpius, el escorpión—, la magnitud aparente (el brillo) de sus estrellas o debido al paso recurrente de algunos cuerpos celestes —los planetas y la Luna— por sus inmediaciones.
Algunas constelaciones son más antiguas que otras, pues fueron creadas hace muchos
siglos por los pueblos que habitaban las regiones del Medio Oriente y el Mediterráneo. Otras, en cambio, tuvieron su origen en tiempos más recientes, cuando los viajes a otros lugares hasta entonces desconocidos llevaron al hombre europeo a explorar los mares del sur (aunque los pueblos que habitaban las regiones australes antes de eso también habrían nombrado sus propias constelaciones).
Se acostumbra a separar las constelaciones en dos grupos, dependiendo el
hemisferio celeste dónde se encuentren:
constelaciones septentrionales, las ubicadas al norte del
ecuador celeste
constelaciones australes, al
sur.
A partir de
1928, la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidió reagrupar oficialmente la esfera celeste en 88 constelaciones con límites precisos, tal que todo punto en el cielo quedara dentro de los confines de una figura. Antes de dicho año, eran reconocidas otras constelaciones menores que luego cayeron en el olvido; hoy por hoy ya no se recuerdan. El trabajo de delimitación definitiva de las constelaciones fue llevado a cabo fundamentalmente por el astrónomo belga Eugène Joseph Delporte y publicado por la UAI en 1930.

Historia de Las Constelaciones.


Constelaciones Antiguas.


Placa tallada en el templo de Hator de Dendera (Egipto), alrededor del 50 AC, que representa las constelaciones zodiacales
Debido al tiempo y a la falta de registros históricos, ya nos es imposible conocer el origen preciso de las constelaciones más antiguas del mundo occidental. Tal parece que
Leo, el león, Taurus, el toro, y Scorpius, el escorpión, existían desde hacía mucho tiempo en la Mesopotamia de 4000 años antes de la era cristiana (aunque no necesariamente recibían esos nombres).
Se cree que el interés de estos antiguos pueblos por la disposición de las
estrellas tuvo motivos fundamentalmente prácticos: como ayuda para medir el tiempo y las estaciones (usualmente con propósitos agrícolas y religiosos) y para servir de orientación a navegantes y viajeros cuando tenían que hacer sus travesías durante la noche, ya fuese por mar o por el desierto. Así, formando figuras con las cuales relacionar los patrones de estrellas (y con ello las leyendas e historias de lo que representaban —ver Mitología, Astrología—) les sería más fácil y seguro recordar las rutas a seguir.
De las 88 constelaciones adoptadas por la UAI, casi la mitad provienen de la imaginación de los
astrónomos griegos. Homero menciona a Orión en la Odisea (obra que data del siglo IX a. C.). En Egipto era conocido como Sahu mil años antes. El Zodíaco, por su parte, apareció durante el siglo V a. C., ya dividido en sus 12 constelaciones; su invención se acredita a los babilonios o a los griegos.
La compilación exhaustiva de constelaciones más antigua que se conoce se remonta a
Claudio Ptolomeo, quien en el siglo II a. C. presentó un catálogo de 1022 estrellas, agrupadas en 48 constelaciones, en su obra Almagesto (la obra fue escrita en griego, con el título Ἡ μεγάλη Σύνταξις —He Megále Síntaxis— (El gran tratado). Dicho trabajo, que será la base de muchos compendios astronómicos occidentales posteriores hasta finales de la Edad Media, sólo incluía las estrellas visibles desde Alejandría, lugar desde donde Ptolomeo llevó a cabo sus observaciones

Constelaciones Modernas


El mundo occidental perdió el gran tratado astronómico de Ptolomeo por muchos años. Fueron los astrónomos árabes quienes heredaron el Almagesto (de ellos proviene el nombre por el cual se conoce generalmente) y expandieron sus observaciones. Estos destacados estudiosos del cielo añadieron algunas constelaciones que ya no se utilizan actualmente y expandieron otras ya existentes (como Eridanus, a la cual asignaron otra serie de estrellas más al sur). Su propósito fue describir e incorporar estrellas que no eran visibles desde Alejandría, pero sí desde el sur de sus dominios. Tras muchos años, hacia fines de la Edad Media, la obra de Ptolomeo es recuperada en Europa a través de traducciones en latín de fuentes árabes.
A partir del
siglo XVI, cuando de Europa salieron navegantes a explorar los mares del sur, los marinos se encontraron, así mismo, con un cielo desconocido, cuyas estrellas requerían ser identificadas por ellos. Por lo tanto, y para que sirvieran de ayuda en la navegación, se idearon nuevas constelaciones